Gracias a mis padres Clara María y Lino, a mi abuela Primi por una maravillosa educación gastronómica, una generosidad sin límites y tantas importantes enseñanzas. Gracias a la luz que me dejó mi hermano. Gracias a las hermanas sobrinas y sobrinos, ¡Y que sigamos disfrutando en torno a la mesa!
¡Gracias a mis alumnos y clientes de estos años por su interés, entusiasmo y apreciación!